La selección argentina llegaba tranquila al Mundial de Francia 1998, y con serenidad transitaría la fase de grupos de aquel torneo. Había finalizado en el primer lugar de la tabla de las eliminatorias sudamericanas, que por primera vez se habían disputado mediante el formato de todos contra todos, en dos ruedas. En la Copa del Mundo también resultó líder del grupo H, tras haber ganado los tres partidos: a Japón (1-0), a Jamaica (5-0) y a Croacia (1-0).
Los sacudones, finalmente, comenzaron a llegar en octavos de final. Por esa instancia, la “Blanquiceleste” debía enfrentar a Inglaterra, con todo el plus extrafutbolístico que conlleva -y conllevará- siempre ese duelo. Máxime si se advierte que era la primera vez que se enfrentarían en un Mundial luego del partido en México -también por octavos-, cuando la Argentina despachó a los ingleses con dos goles de Diego Maradona.
El partido terminó 2-2, y todos los goles se marcaron durante el primer tiempo, aunque el empate final llegó pasados los 45 minutos. Se trató de una jugada de pizarra que resultó a la perfección: tiro libre muy cerca de la medialuna del área rival; Gabriel Batistuta se había perfilado para patear al arco, pero le dejó la pelota a Sebastián Verón. La “Brujita” le dio un pase a Javier Zanetti, que se había escurrido entre los ingleses. “Pupi” la detuvo con el pie derecho, giró y la sacudió con el izquierdo.
El complemento y los tiempos suplementarios transcurrieron sin novedades -ninguno de los equipos gritó el “gol de oro”, que hacía su debut en ese Mundial y que desaparecería tras el de Corea/Japón 2002-. Y llegaron los penales. Para la selección convirtieron Sergio Berti, Verón, Marcelo Gallardo y Roberto Ayala; el arquero David Seaman atajó el tiro de Hernán Crespo. Por su parte, Carlos Roa “se convirtió en héroe”, al retener dos remates. Ese fue el cuarto de cinco cruces entre ambos en la historia de los mundiales.
Holanda es la otra selección que se enfrentó contra Argentina en cinco mundiales. Precisamente, la “Naranja Mecánica” nos esperaba en los cuartos de final del mundial galo. Habían pasado dos décadas de Argentina 78, la última ocasión en la cual se habían visto las caras, con el consabido resultado. Y los Países Bajos se tomarían revancha. Cuando todo hacía prever que se vendrían otros tiempos extra y, acaso, penales, Dennis Bergkamp anotó sobre el ocaso, y truncó el sueño argentino.
“Travesuras”
Igualmente, habría resultado difícil que la Argentina alcance la final en Francia 98. Pero esto se supo unos 20 años después del mundial, cuando el histórico Michel Platini admitió que la organización hizo trampa. “Cuando organizamos el cuadro hicimos un pequeño truco. No nos íbamos a molestar durante seis años para organizar la Copa del Mundo para no hacer ninguna travesura. La final Francia-Brasil era el sueño de todos. ¿Pensás que los demás países anfitriones no hicieron lo mismo?”, justificó el ex titular de la UEFA. Platini y el ex presidente de la FIFA Joseph Blatter -ese año había asumido por Joao Havelange- fueron suspendidos por ocho años a fines de 2015. Según la acusación, el francés había recibido € 1,8 millón por parte de la FIFA, fruto de un acuerdo verbal sellado, llamativamente, en 1998.
Sea como fuere, la historia dice que Francia y Brasil jugaron la final de ese campeonato, y que los “Bleus” alzaron su primera -y, hasta el momento, la única- copa, al derrotar a la “Verdeamarelha” por un contundente 3-0 (dos goles de Zinedine “Zizou” Zidane, figura del mundial “Galo”). El siempre poderoso Brasil tenía en sus filas a un inspirado Ronaldo, que jugó la final pese a que horas antes había sufrido convulsiones (Ver aparte). En lo que a mundiales respecta, el Siglo XX se cerró el 12 de julio de 1998, en el “Stade de France”, y ante 75.000 espectadores.